Facundo

miércoles, 28 de marzo de 2012

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En la introducción se plantea a Facundo como un fantasma inmortal, un ser que, aunque muerto, sigue vivo en el recuerdo popular y al que se le pide respuestas por el presente dramático.

Utiliza la vida de Facundo Quiroga, el “Gaucho malo” de la Rioja para hacer la denuncia de todas las consecuencias negativas que para el país engendra la violencia entronizada por el caudillo totalitario. Sin escribir directamente sobre Rosas, su objetivo político es hacer patente el terror por medio del cual éste gobierna. Se nos pinta la Argentina como una nación inmensa en que las ciudades que representan focos de cultura se pierden en la extensión extraordinaria del llano, en donde se engendra la violencia. Sarmiento plantea en Facundo que la naturaleza es muy determinante en la manera de vivir del gaucho, basándose en la topografía de su suelo patrio. Presenta al gaucho viviendo aislado en medio de la inmensidad de los llanos. Esta situación, este vivir a fuerza de salvar dificultades, hace que el gaucho mire al hombre de la ciudad con desdén. Hay, percibe Sarmiento, una división muy definida de la población argentina, de una parte, el habitante de la ciudad, viviendo en un ambiente de civilización, más patente en Buenos Aires, más débil en provincias y de otra parte el gaucho aislado, recorriendo las llanuras al lomo de su caballo, ocioso, pues la inmensidad de la pradera permite la reproducción ilimitada del ganado y sintiendo al mismo tiempo, desdén y resentimiento hacia el citadino. Sarmiento plantea las luchas fratricidas, estudia como esa energía del gaucho que se derramaba en correrías por los campos, o en luchas a caballo en la pulpería, se canalizó primero en las guerras de independencia, después en las guerras civiles y por último en la destrucción casi completa de lo que representaba cultura y civilización, al instalarse el gobierno de Rosas.

Juan Facundo Quiroga nació en 1778, en San Antonio, departamento de Los Llanos, en la provincia de La Rioja. Tras un breve paso como voluntario por el Regimiento de granaderos a caballo, en Buenos Aires, regresó en 1816 a La Rioja, donde colaboró activamente con el ejército del norte que luchaba contra los realistas, proveyéndolo de ganado y tropas. En 1818 recibió de Pueyrredón el título de "benemérito de la Patria" y a fines de ese año intervino destacadamente para sofocar un motín de prisioneros españoles en San Luis.
A partir de 1820, con el cargo de jefe de las milicias de Los llanos, se inició en La Rioja la preponderancia de Quiroga. Convertido en árbitro de la situación riojana, contribuyó a colocar en el gobierno provincial a Nicolás Dávila, quien en ausencia de Quiroga intentó apoderarse de la artillería y el parque de Los Llanos. El caudillo derrotó al Gobernador en el combate de El Puesto y aunque asumió la gobernación sólo por tres meses - 28 de marzo al 28 de Junio de 1823 - continuó siendo, en los hechos, la suprema autoridad riojana.
Quiroga brindó su apoyo entusiasta al Congreso de 1824 reunido en Buenos Aires, pero pronto se produjo su ruptura con los unitarios porteños. Facundo, como comandante del Departamento, fue también accionista de la compañía y, por el convenio, quedó encargado de asegurar la explotación, con cuyo producto se acuñaría moneda a través del Banco de Rescate y la Casa de Moneda de La Rioja. Sin embargo, la designación de Rivadavia como Presidente de la República, en 1826, alteró estos planes.
Caído Rivadavia, Quiroga apoyó la efímera gestión de Dorrego, cuyo fusilamiento volvió a encender la chispa de la guerra civil. Facundo se convirtió entonces en figura descollante del movimiento federal y, en el interior, enfrentó a las fuerzas unitarias del General Paz.
Después de participar en la etapa preparatoria de la campana del desierto realizada por Rosas, permaneció con su familia en Buenos Aires durante un tiempo. En 1834, a pedido de Maza, gobernador de Buenos Aires, y del propio Rosas, medió en un conflicto entre Salta y Tucumán. En Santiago del Estero se enteró del asesinato de De La Torre, gobernador salteño. Cumplida su misión en el norte, Quiroga emprendió el regreso hacia Buenos Aires, desoyendo las advertencias sobre la posibilidad de que se lo intentara asesinar y rechazando el ofrecimiento de protección que le hizo Ibarra, el gobernador santiagueño. Su coraje lo condujo, una vez más, a enfrentarse con la muerte. Pero en esta oportunidad, el Tigre perdió la partida: en Barranca Yaco fue ultimado por un grupo de asesinos enviados por los hermanos Reynafé, a la sazón dueños del gobierno de Córdoba.

Sarmiento usa la expresión “convulsiones internas que desgarran las entrañas de un noble pueblo” para explicar la situación que el país estaba viviendo en el gobierno de Rosas, un gobierno muy violento, en especial por el conflicto de unitarios y federales.

Para Sarmiento, fue importante diferenciar entre el hombre bárbaro del campo y el hombre civilizado de la ciudad. En efecto, el texto reflejó la pugna entre la sociedad de la pampa y la sociedad burguesa citadina. Sarmiento, le adjudicaba a la sociedad del campo, todo los males del retraso económico y social de Argentina. Por lo tanto, al ser la sociedad campestre ignorante, era presa fácil de los caudillos bárbaros como Facundo para dominarles. Sarmiento quería describir y analizar la vida y obra de Facundo para mostrar las raíces de donde provenía la tiranía del gobierno de Rosas. Sarmiento deseaba enfocar a la administración rosista como un “teatro” de gobierno federalista (que toma en cuenta los discursos de la gente de la periferia, como la del campo). Sarmiento enfatizó que la administración de Rosas era un gobierno realmente centralista pero investido del discurso federal. También subrayó que Rosas manejaba a las masas de gente del campo para impostar sus normas. El populismo en Rosas era un arma de control sobre los otros. Pues el gobierno solo fingía el uso del discurso de la gente habitante de la pampa, de la voz popular como “cabeza de su gobierno”. Sarmiento estableció diferencias entre Facundo y Rosas. Facundo como personaje que sigue naturalmente sus instintos, guiado por el carácter del ser humano del campo. Y Rosas, que solo usó el discurso “populista” de Facundo para el beneficio de su gobierno.

Considera negativa esta relación porque él pretendía que el pueblo se eduque para no ser manipulado, para que piense por sí solo y lo hacía poniendo como eje a Europa diciendo que había que copiar su modelo.

Sarmiento propone la salida a lo que critica en el último párrafo cuando propone estudiar los antecedentes nacionales, el territorio, las costumbres y tradiciones populares de nuestro país.


http://html.rincondelvago.com/facundo_faustino-sarmiento.html
http://www.circulodeculturapanamericano.org/estudios_sub_pgs/SARMIENTO.htm
http://www.historiadelpais.com.ar/biografias_argentina.php?bio=125
http://www.destiempos.com/num3/gricel_avila_ortega_n3.htm


1 comentarios:

Andrea dijo...

Muy bien la información. Ahora, acordate que si hay pregunta y respuesta eso se espera para el ejercicio. Aclarar el punto 6.

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